Bella imagen, como esa casita que de niños nos imaginamos, de cuentos y aventuras de complicidad con amigos y un refigio de juguetes y dulces, un honor pasar a conocer tu lugar y recrear la vista con el objetivo encerrando mil histoiras que inspiran cada fotografía, saluditos desde la distancia, un cálido abrazo.
MArgarita: en los sueños todo puede ser realidad, en la vida muchas cosas pueden ser sueños hechos realidad. oye... en mi blog acabo de colocar unas fotos de la cascada que te comente se parece a la que esta en el tuyo.
Hola, colibrí, bienvenida. Muy bonito lo que dices, pero así es, cuando la vi en medio del bosque de un parque natural, enseguida me evocó los recuerdos infantiles, y a la casita de chocolate de Hansel y Gretel, Claro que es de piedra, pero, la imaginación…
Un gusto que te hayas pasado, me alegro que te haya gustado el blog y te agradezco este bonito comentario.
Gracias César, por la visita y el comentario. Un gusto darte la bienvenida y regresa siempre que quieras. Me alegro que te hayan gustado las fotografías.
Juan, pues sí que lo parece, en realidad no sé lo que es. Era muy pequeña, parecía algo así como una casita de los guardas del parque, pero vete a saber. El caso es que ahí en medio del bosque me pareció coqueta, como de cuento y allá que saqué la cámara, jaja.
Conchi, sí, ¿verdad? Es un lugar precioso y muy relajante. La verdad es que sí me inspira. Así de pronto, es como la casa de una anciana que vive en el bosque y a la que todos tachan de bruja en el pueblo. No sigo, jaja…
Hola Margarita! Hace muchos días que quiero venir a visitarte, pero anduve como maleta de locos. (Además de trabajar afuera de la ciudad varios días) Esta imagen es preciosa, como tú misma lo has dicho es una casita de cuentos. ¡Qué lindo vivir ahí, alejada del tumultuoso mundo de la ciudad, escribir, soñar! Eso sí, necesitaremos wifi jaja. Muy bonita. Un abrazo grande.
Hola, Marisol: la foto es HERMOSA! Me recuerda a los cuentos de hadas, a los incalculables cuentos de hadas que he leído de niña.
Yo soñaba con una casita así. Y, bueno, ya puedes desmayar: en Bombinhas hay una casita muy parecida, encima de un morro (montañita o sierra) espectacular. Y uno pasa apresurado por alcanzar la punta de la península antes de que anochezca... Pero esa casita, amiga querida, ¡te juro! Está en Bombinhas; más exactamente, arribota del morro de Sepultura, desde donde se ve toda la bahía. Nada mas que en ese caso, es ¡un pesebre!
Mira si -aparte de la belleza de la foto- no me has emocionado.
Hola Margarita. Na sua procura, de boas fotografias, acaba sempre por partilhar connosco, bonitas fotografias, e esta foi captada num lugar de uma grande beleza, é realmente, um local onde a natureza, nos ofereçe a sua perfeição, gostei da sua fotografia, por ser envolvente, na paisagem, e por ter detalhes, interessantes, obrigado por a partilhar. Despeço-me com amizade, até breve. Tudo de bom, com os meus cumprimentos. Un abrazo.
Hola, Vivian! Qué gusto verte por aquí, compañera. “Como maleta de locos”, me encantó esa expresión, además muy cierta, siempre vamos así.
Te gustó, eh? Es que imagina, allí la inspiración seguro que no nos abandona y si ya es como andar viviendo en medio de un cuento. Cierto, jajaj, siempre que haya Wifi es el paraíso. Yo creo que estos bichos se han convertido en un apéndice nuestro.
Mónica, amiga, qué bueno que te haya gustado. Sí, a mí también me recordó a un cuento de hadas el sitio y la casita tan pequeña, allí en medio del bosque.
Ahhh!!! No me desmayo porque soy fuerte, jajaja, pero menuda coincidencia. Una casita parecida que es un pesebre, qué bonito. Y qué bonita la anécdota que has contado. Gracias por pasar y compartirla aquí. ¡No sabía! Y eso que esta ya la tienes vista, jeje. guardaste la sorpresa.
Además, fíjate que tiene que venir siendo de Sepultura, donde tienes una parte de corazón tú. Si te gustó, te has emocionado y te ha evocado a tú Bombinhas, no se puede pedir más, amiga. Me alegro de haber compartido esta charla.
Hola, José Filipe: Pues sí, amigo, la naturaleza siempre nos ofrece lugares mágicos, y donde menos los esperas acabas siempre encontrando algo interesante que fotografiar. La verdad es lo que menos esperaba encontrarme es una casita así en medio del bosque.
Me alegro que te gustasen mis fotos. Para mí es un gusto verte pasear por aquí. Hasta pronto amigo. Que todo te vaya bien a ti, también.
Bella imagen, como esa casita que de niños nos imaginamos, de cuentos y aventuras de complicidad con amigos y un refigio de juguetes y dulces, un honor pasar a conocer tu lugar y recrear la vista con el objetivo encerrando mil histoiras que inspiran cada fotografía, saluditos desde la distancia, un cálido abrazo.
ResponderEliminar¡Felicidades por tus fotografías, son excelentes! y un saludo desde México.
ResponderEliminarMArgarita:
ResponderEliminaren los sueños todo puede ser realidad, en la vida muchas cosas pueden ser sueños hechos realidad.
oye... en mi blog acabo de colocar unas fotos de la cascada que te comente se parece a la que esta en el tuyo.
un abrazo mario
Una preciosidad, niña. Siempre es un placer pasearse por tu mundo. Besitos
ResponderEliminarParece un refugio de montaña, es muy bonito, ya me gustaría tener una casita sí.¡Y con ese entorno!
ResponderEliminarPreciosa foto, amiga.
Ay, ay, esa casita y ese entorno es ideal para soñar y también para escribir cuentos!
ResponderEliminarPreciosa foto, como todas las tuyas.
Un abrazo
Conchi
Hola, colibrí, bienvenida. Muy bonito lo que dices, pero así es, cuando la vi en medio del bosque de un parque natural, enseguida me evocó los recuerdos infantiles, y a la casita de chocolate de Hansel y Gretel, Claro que es de piedra, pero, la imaginación…
ResponderEliminarUn gusto que te hayas pasado, me alegro que te haya gustado el blog y te agradezco este bonito comentario.
Un abrazo,
Margarita
Gracias César, por la visita y el comentario. Un gusto darte la bienvenida y regresa siempre que quieras. Me alegro que te hayan gustado las fotografías.
ResponderEliminarUn abrazo,
Margarita
Hola, Mario. Cierto, sin sueños no es lo mismo, compañero. Ojalá veamos muchos cumplidos.
ResponderEliminarSí, se parece mucho, estuve a verla. Ahora con más tiempo me paso a comentar por tu blog.
Un abrazo,
Margarita
Ana, muchas gracias, el placer es verte por aquí de visita. Me alegro de que te haya gustado la foto.
ResponderEliminarUn beso, guapetona,
Margarita
Juan, pues sí que lo parece, en realidad no sé lo que es. Era muy pequeña, parecía algo así como una casita de los guardas del parque, pero vete a saber. El caso es que ahí en medio del bosque me pareció coqueta, como de cuento y allá que saqué la cámara, jaja.
ResponderEliminarMe alegro que te gustase, amigo.
Un beso,
margarita
Conchi, sí, ¿verdad? Es un lugar precioso y muy relajante. La verdad es que sí me inspira. Así de pronto, es como la casa de una anciana que vive en el bosque y a la que todos tachan de bruja en el pueblo. No sigo, jaja…
ResponderEliminarMuchas gracias por todo, amiga,
Un fuerte abrazo,
Margarita
Hola Margarita!
ResponderEliminarHace muchos días que quiero venir a visitarte, pero anduve como maleta de locos. (Además de trabajar afuera de la ciudad varios días)
Esta imagen es preciosa, como tú misma lo has dicho es una casita de cuentos. ¡Qué lindo vivir ahí, alejada del tumultuoso mundo de la ciudad, escribir, soñar! Eso sí, necesitaremos wifi jaja.
Muy bonita.
Un abrazo grande.
Hola, Marisol: la foto es HERMOSA! Me recuerda a los cuentos de hadas, a los incalculables cuentos de hadas que he leído de niña.
ResponderEliminarYo soñaba con una casita así. Y, bueno, ya puedes desmayar: en Bombinhas hay una casita muy parecida, encima de un morro (montañita o sierra) espectacular. Y uno pasa apresurado por alcanzar la punta de la península antes de que anochezca... Pero esa casita, amiga querida, ¡te juro! Está en Bombinhas; más exactamente, arribota del morro de Sepultura, desde donde se ve toda la bahía. Nada mas que en ese caso, es ¡un pesebre!
Mira si -aparte de la belleza de la foto- no me has emocionado.
Te felicito.
Me has dejado con saudades.
Te mando un abrazo.
Hola Margarita.
ResponderEliminarNa sua procura, de boas fotografias, acaba sempre por partilhar connosco, bonitas fotografias, e esta foi captada num lugar de uma grande beleza, é realmente, um local onde a natureza, nos ofereçe a sua perfeição, gostei da sua fotografia, por ser envolvente, na paisagem, e por ter detalhes, interessantes, obrigado por a partilhar.
Despeço-me com amizade, até breve.
Tudo de bom, com os meus cumprimentos.
Un abrazo.
José Filipe 21-09-2009
Hola, Vivian! Qué gusto verte por aquí, compañera. “Como maleta de locos”, me encantó esa expresión, además muy cierta, siempre vamos así.
ResponderEliminarTe gustó, eh? Es que imagina, allí la inspiración seguro que no nos abandona y si ya es como andar viviendo en medio de un cuento. Cierto, jajaj, siempre que haya Wifi es el paraíso. Yo creo que estos bichos se han convertido en un apéndice nuestro.
Un beso,
Margarita
Mónica, amiga, qué bueno que te haya gustado. Sí, a mí también me recordó a un cuento de hadas el sitio y la casita tan pequeña, allí en medio del bosque.
ResponderEliminarAhhh!!! No me desmayo porque soy fuerte, jajaja, pero menuda coincidencia. Una casita parecida que es un pesebre, qué bonito. Y qué bonita la anécdota que has contado. Gracias por pasar y compartirla aquí. ¡No sabía! Y eso que esta ya la tienes vista, jeje. guardaste la sorpresa.
Además, fíjate que tiene que venir siendo de Sepultura, donde tienes una parte de corazón tú. Si te gustó, te has emocionado y te ha evocado a tú Bombinhas, no se puede pedir más, amiga. Me alegro de haber compartido esta charla.
Un besote, grande,
Marisol
Hola, José Filipe: Pues sí, amigo, la naturaleza siempre nos ofrece lugares mágicos, y donde menos los esperas acabas siempre encontrando algo interesante que fotografiar. La verdad es lo que menos esperaba encontrarme es una casita así en medio del bosque.
ResponderEliminarMe alegro que te gustasen mis fotos. Para mí es un gusto verte pasear por aquí. Hasta pronto amigo. Que todo te vaya bien a ti, también.
Un abrazo,
Margarita