19 de octubre, Día Internacional del Cáncer de Mama
“Distinguido” enemigo:
Ante todo trataré de guardar las formas, por más hijo
de la gran … Bretaña que seas. No entraba en mis planes dirigirme a ti, por
aquello de que no hay más desprecio que no hacer aprecio, pero he querido
tomarme este gesto como un ejercicio de exorcismo y también por si mi
experiencia pueda servirles a otras personas.
No, no te equivoques, no soy una ingenua que
piense que por haberte ganado la batalla
se cree que ha ganado ya la guerra. Sé bien cómo te las gastas. Me has
arrebatado a cuatro familiares muy cercanos y queridos. Y también ha coincidido
en el tiempo que mientras andabas pretendiéndome, has tenido la poca vergüenza
de tirarle los tejos a una prima mía, de mi misma edad. Por lo visto te has
encaprichado de nosotros, así que siempre he sido consciente de que en
cualquier momento podrías desplegar tus ínfulas de galán conmigo. No fue una gran sorpresa escuchar de labios
del médico en Patología de la Mama el resultado de la biopsia, el 18 de julio
de 2.011, que arrojó con el rostro serio para comunicarme que tenía un carcinoma ductal infiltrante.
Si bien es cierto que no te esperaba tan pronto, y el hecho de saber que podías
andar tras mis pasos y aparecer no impidió el momentáneo e inevitable mazazo.
Pero déjame decirte que lo nuestro es un amor imposible; convéncete.
Sí, ya sé, tú dirás que yo te buscaba y que desde
los 34 años me hacía las pruebas cada año para ver si tú aparecías en mi vida,
pero me temo que confundiste mis señales, porque mi única intención,
conociéndote, era estar ojo avizor si tal hecho se presentaba para darte una
patada en los mismísimos… glúteos, cuanto antes.
Bien te pusieron el apellido, Sr. Maligno. Te
gusta trabajar en las sombras, sin dar la cara y por eso decidiste ser un tumor
no palpable. Así que te imagino ahí chiquito, agazapado y riéndote a mandíbula
batiente cuando en la consulta de aquel ginecólogo, en junio de 2.009, oíste
que se negó en rotundo a programarme la mamografía para el año siguiente, y
ante mi insistencia, al comentarle de
mis antecedentes familiares, me respondía una y otra vez: «No, no, a tu edad no
puedes hacértelas cada año, son radiaciones, la próxima para junio del 2.012».
No sabes las veces, desde que supe de tu existencia, que me he acordado de ese
médico… de su santa madre y de toda su familia.
Debí insistir en hacerme esas pruebas con otro
doctor, como venía haciéndolo cada año,
y/o denunciarlo al inspector médico. Jamás
debemos saltarnos un control, aunque solo sea preventivo y nos encontremos como
una rosa, porque a ti, maldito, te
satisface estar al acecho para aprovechar el menor descuido.
Así, con el campo libre, creciste a tus anchas
ante mi ignorancia hasta alcanzar casi los cinco centímetros y lograste rozar
con uno de tus oscuros tentáculos mi
axila. Pero un buen día, en la primavera del 2.011, la casualidad, si es que
existe tal cosa, o la providencia, quiso que advirtiera tu sombra; tu mala
sombra y me dañé la zona al apoyar un marco que tenía la pretensión de
restaurar. Y ahí me puse a buscarte de
nuevo.
«Tienes muchísimas posibilidades de curarte». Eso
también lo oirías, ¿no? Imagino que esta
vez no te hizo maldita la gracia. Mi oncólogo era enérgico y muy preparado.
«Eres joven y fuerte, así que le vamos a dar con todo. Ocho sesiones de quimio
para reducirlo, cirugía, treinta y cinco sesiones de radio y cinco años de
hormonoterapia». ¡Bien! ¡Eso, vamos a darle con todo a ese bastardo! ¿Cuándo
empezamos? Lo malo es que yo estaba en el medio, haciendo de pimpampum,
recibiendo algún que otro pelotazo.
Pese a los consejos médicos, fue inevitable que
corriera a san Google para buscar información, una vez te presentaste
cortésmente con toda la retahíla de nombres y apellidos de rancio abolengo,
para intentar averiguar en profundidad quién eras y, sobre todo, encontrarme
con la experiencia de otras mujeres que se hubieran librado de tu asedio antes;
lo dejé justo a tiempo de sacarme un Master. Consideré que le estaba dedicando
demasiado tiempo de mi vida a un bicho feo y perverso como tú.
De la experiencia de algunas de tus víctimas más
veteranas aprendí que no eras un mal tipo cualquiera, un “mindundi”, y que
muchas de las damas que mejores resultados conquistaron y llevaban ya largos
años libres de tener que volver a ver tu
horrible rostro, se habían defendido desde tres frentes: cuerpo, mente y
espíritu, porque para expulsarte y derrotarte hay que ponerlo todo. Atrincherada
desde esas tres torres me dispuse a luchar, siendo consciente de que ya no
permitiría darme el lujo de bajar la guardia, jamás.
Lo mismo me sucedió cuando lo contaba a mis
conocidos con toda naturalidad. Las conversaciones acababan girando entorno a
ti, casi siempre. Como amante posesivo que eres todo lo quieres abarcar, pero
yo estoy lejos de ser sumisa. Así que, solo por ese motivo, se lo comuniqué a
un reducido grupo de amigos de Internet. Me negaba a cederte más espacios de mi
vida que los estrictamente necesarios, me negué a que lo fiscalizases todo; mi
vida es mía y mis blogs han sido uno de mis más queridos y benéficos oasis de
“normalidad”.
No puedo faltar a la verdad y decir que ha sido un
paseo, ni que no haya pasado miedo, pero no has llegado a aterrarme ni a
paralizarme. También me he permitido mis muchas lágrimas, mis momentos bajos,
que los guardo para mí. Eso sí, cada vez
que eso ha sucedido he decidido que fuera por corto espacio de tiempo,
para aligerar el alma, y una vez llorada… a seguir con la batalla y con Mi Vida. Pero han sido más los
momentos en los que he reído y disfrutado, quizá porque desde el cielo tuvieron
a bien enviarme un ángel llamado Joel, en forma de sobrino en medio de mi
segunda sesión de quimio, que ha sido uno de mis mayores pilares, junto al
resto de mi familia y amigos. Y no contentos, por lo visto me he portado muy requetebién,
mi hija me anunció que a finales de septiembre iba a ser abuela a mis 46 años
de otro ángel al que llamarían Nil.
He leído a algunos de tus Combatientes Pelones
darte las gracias. Yo no sé si puedo llegar a tanto, en la lucha he perdido
algunas cosas, el pelo, las cejas, las pestañas, casi las uñas de mis pies…Pero
he ganado otras: lo cierto es que ya sabía que era fuerte; pero ahora lo soy
más. Ya sabía que lo mejor de la vida está en las cosas sencillas; pero ahora
lo he comprobado de verdad. Ya sabía que hay muchas personas que dicen
querernos, adorarnos, pero que cuando vienen mal dadas desaparecen o no acuden,
aunque una nunca les haya fallado; pero ahora sé que afortunadamente han sido
tres gatos y quienes son. Ya sabía que la vida es frágil y que como dice mi
amiga del alma, nadie tiene atornillado aquí el asiento; pero ahora he tomado
verdadera conciencia de cuán sutil es el velo que separa la vida del más allá. He ganado paz interior. Y por eso saboreo cada
momento más y mejor y no me voy a permitir perder el tiempo deprimiéndome por
tonterías… ¡Ah! Y también te debo un escote de infarto, ¡qué caray! Bueno,
sobre todo al cirujano plástico que buscó la simetría entre mis dos amigas: «Se
operan las dos con patrón de reducción y push
up. Entra dentro del lote», fue su respuesta ante mi pregunta si se iba a
notar mucho la diferencia.
Desde el principio he tenido el convencimiento de
que esta batalla —y espero que la guerra—la ganaba yo, con la ayuda de los
profesionales de la salud, para los que tengo un agradecimiento infinito, por su
buen hacer, pero también por su extraordinaria humanidad, por la cual no
reciben ningún plus en su mermada nómina. Sí,
desde el principio me visualizaba haciendo una muesca en mi Colt, tras descalabrarte.
“Se puede, se puede, se puede…” ha sido el mantra
que repetí hasta el 7 de agosto de 2.012, día en el que recibí exultante mi
última sesión de radio. Ha sido una lucha dura y larga, poco más de un año, y,
no, no te daré las gracias por acosarme e irrumpir en mi vida pero, aun a
riesgo de que suene contradictorio, de esta etapa he salido reforzada, más
segura, feliz y agradecida con la vida.
En los momentos de búsqueda de información en
Internet leí algo que te dijo Lance Armstrong cuando se enteró de que el Cáncer
le había invadido varios órganos, me gustó tanto que lo he hecho mi lema en
muchas ocasiones desde entonces, va a modo de despedida: “Te has equivocado de
cuerpo. Mi cuerpo es mío”. Espero haberte echado para siempre.
Margarita
Margarita
· No es un día, ni un mes, debe ser una lucha permanente. Es una lucha en la que se gana mientras se permanece en ella, en la que se gana cuando se encuentra la comprensión y el apoyo del entorno. Una lucha que se gana cuando uno se siente superior al intruso.
Tu carta es una llamada de atención ante un problema que no debe permanecer oculto. Todos somos parte.
Gracias por tu valentía.
· un beso
CR· & ·LMA
________________________________
·
Totalmente de acuerdo contigo, ñoco. Todo lo que apuntas es esencial para acabar con él. Ahora, cada vez más, se enfoca la curación en un sentido más global.
EliminarMe planteé contarlo en estas entradas porque cuando fui diagnosticada, yo misma me lancé a buscar experiencias de mujeres que lo hubieran superado. A mí me sirvió de mucho saber cómo les había ido a ellas.
Muchas gracias, amigo.
Un beso,
Margarita
Amigos, disculpad que en esta ocasión haya tanta letra. Dado que esto es un blog de fotografía, leer es opcional, ¡por supuesto! :)
ResponderEliminarTengo dos blogs, uno de relatos y este de fotografía, y cuando me planteé el tema de esta entrada pensé en publicar la carta en el de relatos y la foto en este (como correspondía), pero... me parecían incompletas para lo que yo quería expresar y por una vez, sin que sirva de precedente, he decidido aunar ambas en mis dos blogs y hacer la misma entrada en ellos y compartir con vosotros la experiencia que me ha tocado vivir.
Aprovecho para agradeceros vuestras visitas y los comentarios siempre tan amables, habéis sido un importante bálsamo en este periodo que acabo de vivir.
Besos!
Margarita
"Trata bien a tu enemigo y quedará desconcertado, sus armas se desvanecerán".
ResponderEliminarMás o menos es lo que surge de esta genial carta, escrita con una frontalidad asombrosa, con desparpajo y un humor que en ningún momento se torna espeso o vengativo. ES humor sanador, propio de aquel que ha ganado la batalla y es bondadoso con el perdedor, le deja partir -fundamental- y lo echa al olvido tras la ¡tan bien manejada! irónica despedida.
Coincido conque esta carta podrá alentar a muchos a abordar este mal desde un lugar reposado, con pulso firme y determinación emocional; ingredientes estos esenciales, dado que no solo te libran de estos bichos, sino que hacen de uno una mejor persona, sales del crisol con otra escala de valores.
Me ha encantado, te conozco, eres mi amiga, pero ahora he descubierto en ti a una persona extraordinariamente fuerte y valerosa, dueña de un corazón grandote y decidido, ¡te admiro! Yo creo que no sé... si hubiera sido capaz de semejante fortaleza.
No hay palabras que alcancen a expresar lo que provoca en otros alguien cuando, rompiendo tabúes, se larga a dar testimonio escrito sobre su propio cuerpo acerca de cuestiones de esta naturaleza.
Un abrazo grande y un besazo. Y toda mi admiración para vos, Marisol.
EliminarQuerida, Mónica, hay que ser educados, qué menos que despedirse del enemigo “tanta paz lleves como descanso dejas”, jeje.
Esa fue una de mis principales intenciones al escribirla, superé el pudor de hablar de mí misma por esta razón de peso. A mí me ayudó encontrar otras experiencias.
Gracias, amiga. Eres muy generosa, para variar… ¿Quién me llamó desde la otra punta del mundo nada más enterarse de la noticia? Tú. ¿Quién inundaba mi correo con enlaces de interés? ;) Tú. ¿Quién leía más información que yo misma y me la renviaba a una velocidad que apenas podía ni seguir? :) Tú. ¿Quién estaba ahí al más mínimo contratiempo? Tú.
No se puede estar más cerca estando tan lejos. A pesar de que nos separa físicamente miles de kilómetros has estado a mi lado en todo este proceso, y has sido en muchísimas ocasiones guía y apoyo incondicional. Es una suerte contar con tu amistad. ¡Gracias de corazón, amiga!
Un besazo,
Marisol (Margarita)
El sr. Maligno ha sido tema de conversación en mi familia durante demasiados años. Ahora parece habernos dado una tregua. Yo, si pudiera patearle...los glúteos lo haría, aunque le tengo respeto, que no miedo, en absoluto. Eres muy valiente, Margarita, y espero que tu ejemplo sirva a mucha gente que no tienen esa capacidad para enfrentarse a sí mismas. Me alegra que te encuentres bien. Un beso
ResponderEliminarJuan, lamentablemente, al parecer, a este Sr. le da por ciertas familias, aunque es cierto que rara es la casa en la que no haya metido sus narices.. Que esa tregua no sea tal sino la derrota del bicho.
EliminarEsa era mi intención. Si le ha podido servir a alguien estaré satisfecha.
Muchas gracias.
Un beso,
Margarita (Marisol)
Hola Margarita, Una preciosa entrada en la que nos abres tu alma y corazón... y en la que estoy totalmente de acuerdo con lo que comenta nuestro amigo Ñoco.
ResponderEliminarMe alegro de que lo hayas superado. Es una entrada que puede servir a muchas personas.
Gracias por compartir este momento. Enhorabuena y para adelante.
Saludos.-
Pues sí, al principio me dio cierto pudor, pero luego me dije... ¡qué leñe! El fin es lo que importa.
EliminarPara ñoco no tengo palabras por su gran generosidad. Un profundo agradecimiento.
Gracias a ti también por leerla y dejarme tu cariñoso comentario.
Un beso,
Margarita
Margarita cuanto me alegra hayas superado este "enemigo" que constantemente acecha...una de mis hermanas ha sufrido este calvario pero lo superó...a base de fuerza y confianza en sí misma; hasta se reía de el, pese a que le robó un pecho.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo...y espero te deje ya en paz!
Ramón
Ramón, me alegro muchísimo de que tu hermana le diera pasaporte a este indeseable. Por lo que cuentas tuvo una muy buena actitud, hay que reírse hasta de la sombra de uno, ya puestos es mejor que la alternativa, llorar. Y además te da más fuerzas. Ahora los cirujanos estéticos hacen virguerías, si una lo quiere.
EliminarDale un fuerte abrazo a tu hermana y un beso, y otro para ti.
Margarita
¡Valiente! No eres la única que conozco a la que el sr. maligno atrapó en sus garras y también ellas muestran la misma actitud. Insisto ¡VALIENTE!
ResponderEliminarSalu2
Así es, Juan Carlos, por desgracia cada vez somos más, pero por fortuna cada vez nos enfrentamos a este Sr. Maligno con más confianza, más fuerza, entre otras cosas porque los médicos están consiguiendo mejores resultados, y entre unos y otros lo vamos a derrotar.
EliminarGracias, por leer tan larga entrada y por tu cariñoso comentario.
Un beso,
Margarita
Me has dejado de piedra Marga pero todo el poder que llevas dentro lo has sacado a luz y me alegro por tu valentía y buen humor digno de admirar.
ResponderEliminarUn abrazote para ti amiga mia.
Me imagino, amigo. Por eso te decía que mi viaje a Cantabria lo preparé de la noche a la mañana y fue algo precipitado, pero fue. Acabé la última sesión de radio el día 7 de agosto y salimos de viaje el 14 de agosto, todavía tenía que hacerme las curas, pero me fui, porque el año anterior tenía reservado el alojamiento para agosto y en julio se presentó este "caballero" y tuve que cancelarlo todo. Así que no iba a dejar que me jorobara otro verano.
EliminarGracias a Dios el sentido del humor (y una pequeña parte de su fuerza) ha sido heredado de mi madre, una luchadora admirable de verdad.
Gracias por leer y por tus palabras, siempre cariñosas.
Un beso,
Margarita
Ánimo y mucha suerte. Gracias por tu valentia y lucha tan maravillosamente contada.
ResponderEliminarAbrazos
Piedra
Gracias, Miguel, por leerla y darme tu apoyo.
EliminarUn beso,
Margarita
Bueno..he estado leyendo detenidamente lo que expresas en esta entrada de blog, y realmente es impactante,te animo a que sigas y te pongas cabezota en todo este asunto y de paso coger a ese intruso por los cojones y mandarlo tan lejos que no sepa el camino de regreso a casa....esta claro que es un okupa de pacotilla.....me alegro ver tu firmeza y valentia...me alegro de que estes bien ....me alegro de que te rias en su cara y me alegro de que nunca decaeras por tu fortaleza....esto es una victoria....un abrazo y a seguir......ahhh y otro abrazo para las personas que estan con ello.
ResponderEliminarJajajaja, de ahí mismito lo he cogido, y eso espero, haberlo lanzado tan lejos que no sepa el camino de regreso.
EliminarBienvenido el sentido del humor que a ti tampoco te falta. Ayuda... gracias por leer y por el simpático comentario.
Un beso,
Margarita
Una carta valiente.
ResponderEliminarUn cara a cara decidido que me llena de admiración hacia ti.
Quien no le ha visto la cara de cerca??
Gracias a ti por compartir y a ñOCO por traerme aquí.
Un fuerte abrazo batalla y guerra ganada pero ... siempre alerta
Esmeralda, ya ves la que ha líado ñoco :). Es de una generosidad...
EliminarPues sí, somos muchísimas personas las que le hemos visto la cara, últimamente está muy exhibicionista.
Ah, desde luego, no hay que bajar la guardia, a este bicho le gusta jugar al escondite.
Gracias por entrar a leer y por tus amables palabras.
Un beso,
Margarita
Vengo de lo de Ñoco... no te conozco de nada pero sé que tú, que la gente como tú sois la cara buena del mundo
ResponderEliminarTe mando un abrazo, te deseo mucho y muy fuerte la felicidad, lo mejor de la vida, eso que ahora sabes mejor que está en las cosas sencillas y, espero que no te parezca mal, voy a colgar un fragmento de tu post en mi facebook con un enlace al resto...hay gente a la que quiero y admiro mucho que lo leerá y que lo necesita.
Gracias
Caray, Alma, muchas gracias. Precioso nombre. Gracias a ñoco he tenido la opotunidad de conocer a muchas personas, como dices tú de la cara buena o amable del mundo.
EliminarQué me va a parecer mal... Para nada, al contrario, te lo agradezco. Mi intención fue esa misma, dar mi testimonio por si puede ayudar a otros. Juntos somos más fuertes. Ojalá pueda servirles de ayuda, y les anime. Mucha fuerza para esas personas.
Gracias a ti por pasar a leer esta entrada tan larga y dejarme tus hermosas palabras.
Un beso,
Margarita
Grácias al amigo Ñoco, aterrizo en tu blog, leo tu relato y me quedo acongojado y admirado. Lo primero por lo fuerte y astuto que es "el enemigo", y lo segundo por la entereza y valentia con que le has plantado cara y lo cuentas.
ResponderEliminarEspero visitarte a menudo y con normalidad para ver tus imagenes, que por lo que he visto, así muy de pasada, son de lo más interesante. Voy a inspeccionar un poco más con tu permiso.
Una forta abraçada
Ñoco la ha líado parda, jaja. Este tipo de experiencias te enseñan que todavía hay mucho gente buena en el mundo, y reconforta.
EliminarMe alegra que te haya gustado el blog. Serás muy bienvenido. También iré pasando por el tuyo a ver tus trabajos.
Gracias por leerla, y por el amable comentario. Ha sido un gusto tu visita.
Un beso,
Margarita
Vengo de la mano de Ñoco y lo cierto es que he leído con mucha atención, con muchísima. Las mujeres (Los hombres tb pero ellos lo saben menos)somos conscientes de que nos acecha y nos vigila, pero él, esta cosa infernal, debe ser consciente de que estamos despiertas y preparadas.
ResponderEliminarLo cierto es que tu experiencia me ha dejado sin aliento y cuando he terminado de leer, he dicho ¡¡¡¡¡Hurra!!!!! Uno menos.
MIl besos señorita campeona del mundo en los saltos libres.
Pues vienes de una estupenda mano. Muchas gracias por la atenta lectura, porque, la verdad es que es un poco larga, y pensé que con el poco tiempo que tenemos hoy día... Así que te agradezco mucho el tiempo que le has dedicado.
EliminarPues sí, es tan frecuente, por desgracia, que todas, todas debemos estar alerta, por si le da por asomarse. Esa es otra de las intenciones que tenía esta carta, hay que hacerse la autoexploración y los controles médicos sin saltarse uno, tengas la edad que tengas, que este bicho no respeta esas cosas.
Gracias por tus cariñosas palabras, Marina.
Iré visitando vuestros blogs para conocer vuestros trabajos. Sois estupendos.
Un beso,
Margarita
Entraba de rebote a tu blog, y ¡vaya carta! Lo primero felicitarte por tus palabras, no cabe la menor duda que has salido victoriosa por KO técnico. El contrincante es duro, pero con ese valor y esa actitud que has demostrado, se lo pones muy dificil.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues bendito rebote, y bienvenido.
EliminarEso espero, ponérselo tan difícil que no le queden ganas de volver a pelearse conmigo, puedo ser muy cabezota... :).
Gracias por leerla y por tus amables palabras.
Iré a ver qué se cuece en el tuyo ;).
Un beso,
Margarita
Hace un rato que te leí, y creeme que no sabia que ponerte, un pequeño nudo se me iba haciendo grande por momentos... ¡por eso tus ausencias!
ResponderEliminarNo cabe ninguna duda de tu valentía, de tu coraje y de tus ganas de lucha. No te imaginas cuanto he aprendido leyendo hoy tus palabras...
Bravo Margarita, BRAVO!!!
Un fuerte abrazo, un abrazo enorme, grande, grande, muy grande!!!
Lo imagino y te entiendo, y por eso te agradezco mucho el comentario. Me ha encantado verte de nuevo por aquí.
EliminarPues sí. Durante un tiempo, el de los tratamientos, tiré de archivo, pero en el periodo de las cirugías (me intervinieron dos veces, la segunda solo en la axila, porque se me infectó la herida y no me quería soltar el bicho ni con toda la batería de antibióticos, es que me cojen un cariño... jeje), me resultaba muy complicado teclear y no podía seguir el ritmo de contestaros y comentar en vuestros blogs, así que tuve que hacer un descanso bloguero por unos meses, aunque entraba a ver las fotos, eso sí ;).
Muchas gracias por tu cariñoso comentario, Merce.
Biquiños,
Margarita
Hola Marga, ni idea, ni me lo podía imaginar, joder que lucha llevas, es la leche. menudo Post, soy sincero si te digo que se me han saltado las malditas lágrimas, menuda odisea llevas.
ResponderEliminarPero la fuerza que tienes es cojonuda, lo estás superando con valor y determinación y muchas ganas de seguir adelante.
Sinceramente de felicito por ello, por esas ganas y esa lucha vencedora, por darnos a conocer tu pelea con el maldito BICHO, por compartir tu experiencia que seguro estoy que muchos te lo agradecerán infinito (yo desde luego), por tu valentía y por este ENORME post.
Un fuerte abrazo
Imagino, estas noticias siempre nos sorprenden, no por ser frecuentes deja de hacerlo. Aiss, me sabe mal, pero eso demuestra que tienes una gran sensibilidad.
EliminarEsa era mi intención, si puede ayudar a alguien me sentiré satisfecha.
Gracias por leerla y el sentido y cariñoso comentario, amigo.
Un beso,
Margarita
Yo también vengo de donde ñOCO, si en vez de escribir esto tuviera que decirte lo que he sentido al leerte no me saldrían las palabras, sería un balbuceo emocionado lo que saliese por mi boca.
ResponderEliminarUn abrazo, grande,Margarita.
Bienvenido, de buen sitio vienes. Ay, pues muchas gracias por escribirlas. Una de las cosas positivas es ver cuánta gente buena hay, como tú.
EliminarUn beso,
Margarita
No tengo palabras, querida, las tuyas son aplastantes y reavivan recuerdos que quiero, y no puedo, olvidar. Aplaudo tu valentía y si de alguna manera hay que hacer frente a los contratiempos, sin duda tiene que ser como lo has hecho tú. Gracias por tu ejemplo y "palante".
ResponderEliminarTe dejo un beso.
Es difícil olvidar ciertas cosas. Te deseo que las puedas reducir al máximo y que su murmullo sea casi imperceptible.
EliminarMuchas gracias por leer la carta y dejarme tu amable comentario.
Un beso,
Margarita
Me has puesto los pelos de punta. Te veo dentro del grupo de las mujeres ejemplares, por valor y coraje.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Bueno, yo solo he actuado tal como soy. Cuando te enfrentas a cosas complicadas sale tu personalidad y sacas esa fuerza que estoy segura que todos tenemos.
EliminarGracias por leer y dejarme tan amable comentario.
Un beso,
Margarita
Eres una mujer muy fuerte Margarita y el Sr. Maligno no tiene que hacer nada contigo. Con otras amigas te he acompañado durante el tiempo de lucha y aunque el hecho fue virtual, siempre nos sorprendió tu gran fuerza y tu pelear sin tregua. Con tu permiso, a l@s que nos leen decirles que es muy importante las revisiones puntuales para la detección precoz del cáncer de mamá, es el primer paso para hacerle frente y si quiere nuestro "cuerpo" luchar para vencer, yo era de las mujeres que no podía ni oír ni hablar de él, sin embargo con miedo eso sí, nunca dejé de hacerme las revisiones periódicas y gracias a Dios me fue bien. Nos damos la mano y seguimos caminando...
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Ay, Sabela, si tú has sido uno de mis ejemplos a seguir. Tú eres una mujer muy fuerte y por eso lo derrotáste hace diez años, ¡casi nada! Otra cosa es que seas sensible, y ahí sí, amiga, lo eres. Para las amigas de la "plaza" solo tengo un enorme agradecimiento por vuestro apoyo y cariño.
EliminarApoyo tus palabras, ya que es uno de los motivos principales, si no el principal, por el que he hecho este escrito, hay que hacerse las revisiones, sin saltarse ni una, hay que estar ojo avizor porque el Cáncer de mama es muy frecuente. La buena noticia es que cada vez somos más las que lo superamos y por eso te digo al comienzo lo de que me has dado ejemplo. Saber que hay personas que lo han superado hace mucho tiempo te da unas fuerzas para luchar que ni te imaginas.
Gracias por estar siempre ahí.
Un beso,
Margarita
gracias, no me salen otras palabras!!!
ResponderEliminarsaludos!!!
mayte
Mayte, bienvenida y mil gracias por dejar constancia.
EliminarUn beso,
Margarita
Amiga, recibe un abrazo muy fuerte. Y mi felicitacion, ya que sin duda ganaste la batalla
ResponderEliminarOtro abrazo igual de fuerte
Dios te oíga, amigo. Aunque siempre he confiado en que así sea. Gracias por leerla y comentar.
EliminarUn beso,
Margarita
Como mujer que soy solo puedo decirte..¡¡Eres una mujer de bandera!!
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias, Nonna. Somos un batallón ya, afortunadamente. Y creí que debía poner mi granito de arena por si pudiera servir a las que vengan detrás.
EliminarUn beso,
Margarita
Uffff¡¡¡ no tengo palabras...decirte,eso sí,,VALIENTE¡¡
ResponderEliminarUn abrazo¡¡
Cascarilleiro, pues muy agradecida por tu lectura y tus palabras.
EliminarUn beso,
Margarita
Margarita, supongo que este Señor....por decirlo de alguna manera se habrá dado por aludido.
ResponderEliminarMe he emocionado mucho leyendo esta carta, vale la pena estar alerta ante una inesperada visita por este ingrato.
Sabes que hemos seguido muy de cerca el proceso que te ha costado para ganar la batalla, porque estoy convencida que has ganado, eres una luchadora y, lo has demostrado. ADELANTE CAMPEONA!!!!
Las revisiones es un deber que debemos cumplir sin permitirnos el lujo de pasar ni una sola por alto.
Un abrazo.
Rosa.
ESo espero, amiga. Mira que se lo he dicho clarito, jaja. Sí, eso es algo que no debemos dejar de lado, las revisiones, por si las moscas, cogerlo a tiempo; la detección precoz es lo más importante. Como bien dices no podemos darnos el lujo de saltarnos ninguna. Es una de las cosas que he querido transmitir.
EliminarRosa, tengo que agradecerte mucho, porque has sido una de las personas que más han estado ahí siempre. Eres una persona increíble, buena y generosa; una gran amiga.
Dios te oíga.
Gracias de corazón, por todo, que es mucho.
Un beso,
Margarita
Un beso MARGARITA y ¡¡enhorabuena!!
ResponderEliminarYo también he perdido a muchos de mis seres queridos por este mal nacido, pero leyéndote creo que lo va a tener claro para querer hacer de las suyas siempre haya gente como tú que le plante cara y le diga... ¡¡mírame a los ojos, vas a morir peleando conmigo HP!! :-)
Un placer, MARGARITA ¡¡sigue dándole duro!! ganarás siempre.
Lo lamento mucho. Por desgracia es algo demasiado común. Y ojalá entre todos podemos vencerlo de una buena vez para siempre.
EliminarEse es mi propósito, y creo que si en algo nos podemos ayudar unos a otros dándonos fuerza, lo tendrá más complicado.
Así que te agradezco mucho este comentario tan simpático y lleno de fuerza. El placer ha sido mío. Cuando la escribí no pensé que tendría esta acogida, siempre recibes más de lo que das.
Un beso,
Margarita
Una lucha que debemos apoyar todos, buena y reivindicativa entrada, saludos...
ResponderEliminarFer, eso creo, unidos es más fácil, teniendo apoyos el camino es más llevadero y la víctoria más tangible.
EliminarGracias por leerla y comentar.
Un beso,
Margarita
Queria unirme al resto de compañeros en esta tu batalla ganada, aunque ya te haya comentado en tu otro blog, en esta ocasión creo que lo merece por todo lados.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Gracias por hacerlo también en este blog. Juntos se puede ¡se puede! y pensé que debemos decirlo, ya que ahora tenemos esta plataforma para comunicarnos con más personas, porque, al menos a mí, me sirvió encontrarme con personas que lo habían superado.
EliminarMucha fuerza y ánimo, a ambos.
Un beso,
Margarita
Olá Margarita, coragem e boa sorte....
ResponderEliminarOs meus cumprimentos
Gracias por tu apoyo y buenos deseos, Fernando. Yo tengo toda la intención.
EliminarUn beso,
Margarita
Vengo del blog de Ñoco, este tema me está tocando muy cerca las últimas semanas. Hace 15 días le tocó a una hermana mía, hoy ya mastectomizada rezuma valor y fuerza por todas partes. Un abrazo fuerte para ti.
ResponderEliminarAgustín.
Ñoco es una de esas buenas personas que todavía quedan. Con su generosidad ha ayudado a difundir mi testimonio. Y si con ello puedo ayudar a alguien me sentiré muy satisfecha.
EliminarLamentablemente está a la orden del día, cada vez hay más casos en personas más jóvenes. Mucho ánimo y fuerza, por lo que me dices tu hermana es una luchadora, saldrá adelante, la actitud es mucho. Reitero mis ánimos y fuerza, para tu hermana y toda la familia.
Un abrazo grande y un beso, Agustín.
Margarita
Mi aplauso mas sincero y emocionado. Besos y gracias por esta entrada
ResponderEliminarGracias, Begoña. Simplemente eso... Gracias.
EliminarUn beso,
Margarita
Margarita:
ResponderEliminarleí y comente en el blog de Juan
Gracias por compartir tu experiencia
y por dar testimonio de tu fuerza
y entereza.
Un abrazo Mario
Juan es otro amigo que tengo que agradecerle que colgara mi carta y foto en su blog para difundirla. Siempre ha sido muy solidario y buen amigo.
EliminarSolo he hecho lo que creí que debía hacer. Otras me sirvieron de ejemplo y no podía estar callada.
Un beso,
Margarita
Eres una mujer ejemplar con tanta valentía ,tu relato me a entristecido mucho ,no tengo otras palabras solo que adelante con tu energía
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, no ha sido fácil, pero ahora estoy divinamente, contenta y creo que he aprendido bastante de esta experiencia, así que no todo ha sido malo. Te agradezco, pero soy una de tantas que luchan. Creo que no te queda otra cuando se te presentan estas cosas.
EliminarUn beso,
Margarita
Aplaudo tu valentía y deseo que le hayas ganado la batalla y la guerra al “intruso” y lo hayas desterrado de tu cuerpo para siempre.
ResponderEliminarSaludos.
Eso espero yo. Ahora quiero preparar a mi guardia para que no lo dejen pasar más, por si le da por darse un paseíto por mis fronteras :).
EliminarGracias por leerla y comentar.
Un beso,
Margarita
Sólo un abrazo grande, grande.
ResponderEliminarMil gracias, Reyes.
EliminarUn beso,
Margarita
Muy bien dicho...con un par de ovarios!!! Enhorabuena por tu coraje y toda mi simpatía, cariño y admiración, amiga!!!
ResponderEliminarUn beso enorme, Margarita!!! ;)
Es que yo soy muy mía... jajaja. Espero que no le hayan quedado ganas.
EliminarGracias por leer y por ese cariño ;).
Un beso,
Margarita
Enhorabuena por salir victoriosa , a las enfermedades se las vence desde la mente y tú los has conseguido. Un abrazo
ResponderEliminarEso leí al principio de todo, como explico en la carta, que es algo que has de atacar desde el cuerpo, la mente y el espíritu, y no volver a bajar la guardia más. Y en eso estoy.
EliminarGracias por estar ahí.
Un beso,
Margarita
Enhorabuena, Margarita, tú te has enfrentado con éxito al fantasma que todos tememos... ojalá tenga tu valor y la satisfacción final de la victoria cuando me toque a mi.
ResponderEliminarA ese fantasma también le temía yo, por mis antecedentes familiares, y yo me decía lo mismo que has dicho tú: "ojalá tenga la fuerza de mi madre cuando me toque", pero ahora te diría que no digas eso de "cuando me toque a mí", no tiene porqué pasarte. Repítete mejor: "Estoy sana y tengo salud". Seguramente creerás que es una chorrada, pero encontré a mucha gente que cree en la ley de la atracción, por si las moscas no nos cuesta nada decírnoslo y desterrar los malos pensamientos.
EliminarMuchas gracias por leerla y tu sincero comentario. Mucha fuerza positiva.
Un beso,
Margarita
Enhorabuena y gracias por tu coraje y valentía.
ResponderEliminarSé el miedo que se pasa sólo con un pequeño susto.
Y por desgracia conozco por la familia la cruel enfermedad.
Me he alegrado mucho de estas palabras tuya.. Se puede, se puede, se puede.
Te deseo lo mejor de esta vida .
Un beso.
Por desgracia es rara la familia que no conoce a este bicho. Y me alegro muchísimo que solo fuera un susto; la mayoría de las veces que notamos algo es otra cosa, aun así hay que estar vigilando.
EliminarGracias a ti por leerla y por dejar tu cariñoso comentario.
Un beso,
Margarita
Siguiendo el lazo de Ñoco llego hasta ti. Chapeau! Margarita. Sí que eres valiente. Muy valiente. No quiero que todas las albanzas que se puedan ocurrir después de leerte desvirtuen la esencia de tu lucha, el enemigo no es poca cosa.
ResponderEliminarMuchos ánimos, y mucha suerte.
Un beso,
De buen sitio llegas, Tesa. Y buena gente viene. Muchísimas gracias por leer mi carta, y por tan generosas y sensibles palabras.
EliminarUn beso,
Margarita
Se puede, se puede... Sí, Margarita, se puede y tú puedes... Eres fuerte y lo has logrado.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho de la forma que has presentado a este enemigo que nos persigue a todos... porque nadie estamos a salvo de caer en sus garras.
que sigas tan guapa y fuerte como lo estás ahora.
Abrazos.
Piedad, me alegro que te guste, tuve mis dudas, pero me duró muy poco,jaja, vencí al pudor y para adelante. Eso es verdad, nadie estamos libres, pero es mejor desterrarlo hasta en los pensamientos (que no quiere decir que no nos miremos con los médicos, las revisiones hay que hacerlas sí o sí), pero por aquello que dice el refrán: "no hay que llamar al mal tiempo".
EliminarGracias, amiga, y gracias también por estar siempre ahí. Hemos tenido la oportunidad de vernos tres veces y eres de esas personas que te transmiten una gran paz.
Un beso,
Margarita
Yes we can. Se puede y tu eres una prueba de ello. Me he emocionado leyendo este post seguro que va a servir de gran ayuda para quienes estan pasando por ello en estos momentos. Un pedazo de abrazo.
ResponderEliminarGracias, amigo. A mí me emociona ver a tanta gente buena pasándose por aquí a expresarse y dar su apoyo. Espero que así sea. Bien dicen que cuando das uno recibes cien :).
Eliminargracias por tus sentidas palabras.
Un beso,
Margarita
Gracias bonita, te seguía de la mano en este paseo por la vida, me he asustado, me he sentido feliz, he mirado tus ojos en el recorrido y he sido capaz de llorar a la par... gracias, gracias, gracias
ResponderEliminarGracias a ti, por leerla y contarme tus impresiones tal como se iban sucediendo. Hermoso comentario, Lola. Me ha encantado. Mil gracias.
EliminarUn beso,
Margarita
Olá Margarita, passe no meu blog que tem lá um Prémio....
ResponderEliminarCumprimentos
¡Andá! ¡Gracias Fernando!, ahora mismo paso.
EliminarUn beso,
Margarita
Margarita, leí tu carta cuando la publicaste y pensé que te habia dejado un comentario. Ahora veo que no. Sé que sabrás perdonarme porque ya imaginas que voy corriendo de un blog a otro, algo me pasaría.
ResponderEliminarDespués de verte en Zaragoza y de saber que tu revisión fue perfecta ya podemos respirar tranquilas. Nunca hay que bajar la guardia y sé que tú no lo harás. Eres muy fuerte y valiente y tienes a tu lado a ese gran hombre que te quiere y, también por él, harás todo lo que tengas que hacer. Y ahora, además de por tu hija, hermana y el resto de la familia, por tu nieto. Pero también por ti y por nosotras!!!!
Amiga, te mando un abrazo muy grandeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee. ¡Guapa!
Conchi
No te preocupes, amiga, ya ves, yo también pensaba que había contestado a todos vuestros comentarios y haciendo un repaso he visto que en las últimas entradas me he dejado unos cuantos, y es que vamos como vamos... corriendo, jajaja. Menudo invento el tiempo.
EliminarEse encuentro de las amigas fue todo un regalo, después de tanto apoyo como he recibido de vosotras, poder compartir un día juntas, fue muy bonito. Gracias a Dios sí la primera ya la he pasado con éxito, y así espero seguir continuando, con ayuda de Dios.
Jeje, por algo le dicen "El Santo", siempre ha estado a mi lado, apoyándome, acompañándome, y tomando las riendas de nuestra casa cuando a mí los tratamientos no me lo han permitido. Soy tremendamente afortunada. Y con el resto de mi familia, también, claro. Pues sí, ellos me han dado y me dan las fuerzas, es muy importante tener buenos apoyos, y también vosotras lo habéis sido. ¡Gracias!
Un beso,
Margarita
Margarita Que sobresalto he pasado al ver esta entrada pues me da gran satisfacción que haya vencido todo mal eres una mujer fabulosa animo amiga. Saludos desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón
ResponderEliminarLo imagino, que ha sido una sorpresa, pero gracias a Dios todo ha ido muy bien. Muchas gracias por tus cariñosas palabras, amigo. Y disculpa que no te haya contestado hasta hoy. Me despisté.
EliminarUn beso,
Margarita
Eres una persona con fuerza y esa fuerza es la que te ha hecho vencer esa batalla. Yo soy algo confiada y me has hecho concienciarme de la importancia de la Revisiones.
ResponderEliminarBesos y....Cuidaate!!!
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
No sabes cuánto me alegro de que me lo digas. Ese es uno de los principales motivos que me ha llevado a escribir esta carta, que no nos podemos saltar ni una sola revisión. Si aparece hay que cogerlo a tiempo, y hoy día las probabilidades si es así son altísimas de curación.
Eliminar¡Mírate! No lo dejes.
Gracias por leerla y dejarme tu contribución.
Un beso,
Margarita